"Los más pequeños son los que más sufren"
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Miércoles, 5 de agosto de 2015
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Francisco llama a aceptar a los católicos divorciados que vuelven a casarse Francisco está marcando una gran diferencia dentro de la Iglesia. El primer Papa latinoamericano, que se ha caracterizado desde el inicio de su papado por una mayor apertura, declaró este miércoles que las personas que acaban un matrimonio y vuelven a formar una familia "no son excomulgadas y no deben ser tratadas como tales". Y añadió que sin duda "forman parte de la Iglesia". "Hoy nos referimos a la situación de aquellos que tras la ruptura de su vínculo matrimonial han establecido una nueva convivencia. (...) Estas personas no están excomulgadas como algunos piensan, ellas forman parte de la Iglesia", dijo Jorge Bergoglio. La tradición de la Iglesia ha sido hasta ahora rechazar a los divorciados por vivir en pecado y se les retira la comunión. El divorcio y las nuevas relaciones ha sido un tema en el que la institución ha mostrado una postura férrea, defendiendo la imposibilidad de disolver la unión matrimonial. Pero Francisco se preguntó durante la audiencia general, celebrada en el Aula Pablo VI, "¿cómo podemos recomendar a estos padres que hagan todo lo posible para educar a sus hijos en la fe cristiana si les alejamos de la vida de la comunidad, como si fueran excomulgados?". Él mismo contestó a sus dudas y ofreció una acogida a aquellos que han visto su matrimonio roto ya que es "necesaria una auténtica y fraterna acogida" dentro de la Iglesia. Francisco puso el acento en que esta situación afecta principalmente "a los más pequeños" aunque no dejó de recordar que "contradicen el sacramento cristiano". "Los más pequeños son los que más sufren (...). No se debe sumar más peso al que estos chicos ya soportan cuando están en esta situación", comentó. Por ello, insistió en que la comunidad cristiana debe "animar" a estas personas "a vivir cada vez más su pertenencia a Cristo y a la Iglesia con la oración, la escucha de la palabra de Dios, la participación en la liturgia, la educación cristiana de los hijos, la caridad, el servicio a los pobres y el compromiso por la justicia y la paz". "Todos pueden formar parte de la comunidad, la Iglesia es la casa paterna en la que hay espacio para todos (...). La Iglesia no tiene las puertas cerradas a nadie", concluyó. Francisco ha comentado en otras ocasiones otros temas, como la homosexualidad, que han sido polémicos dentro de la Iglesia Católica. El Papa además ha impulsado un sínodo para el otoño donde se discutirán este tipo de temas.
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