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Parte de las luminarias viejas donadas a Paso de los Libres
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Jueves, 4 de abril de 2019
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Denunciarán ante la Justicia a Hurlingham y Moreno por la donación de lámparas públicas usadas Las luminarias reemplazadas no pueden ser nuevamente utilizadas porque sus componentes son contaminantes. Los tiempos se agotaron, las respuestas no llegaron y los incumplimientos de la ley no fueron explicados. Las municipalidad de Hurlingham será denunciada legalmente por donarle luminarias públicas viejas a la localidad bonaerense de Moreno, que a su vez también deberá responder ante la Justicia por haberlas aceptado e instalarlas en lugares públicos a pesar de que son consideradas "residuos peligrosos" al estar compuestas por elementos como el mercurio o el sodio. Según los expertos, se trata de una violación a por lo menos tres leyes: una supranacional, una nacional y una provincial.
La encargada de llevar adelante la demanda será la Asociación Inquietudes Ciudadanas, una ONG con una vasta experiencia en temas ambientales, que desde hace varios meses lidera una investigación con la que pudo establecer que hay al menos 30 localidades de la provincia de Buenos Aires que podrían enfrentar una potencial contaminación por el alumbrado público que viene siendo reemplazado.
Tras las denuncias que recibieron por parte de cientos de vecinos, notaron que muchos municipios llevaron adelante un plan de recambio de esas lámparas pero ninguno dio precisiones sobre cómo destruyeron ese material antiguo o si es que por lo menos lo hicieron, tal como establecen la Ley Nacional 24.051 de Residuos Peligrosos y la Ley 27.356, mediante la cual Argentina suscribe el Convenio de Minamata, un acuerdo firmado por varios países después de que en esa ciudad japonesa miles de personas murieron intoxicadas por mercurio y en el que se comprometieron a reducir progresivamente las emisiones de ese elemento y sus derivados.
Los planes de recambio comenzaron en el 2011, por lo que estiman que son miles las luminarias que ya fueron cambiadas y para fin de 2019 vence el plazo para sean sustituidas todas las que tienen mercurio. Tras la serie de denuncias que recibieron, la Asociación notó que son muchos los lugares que informaron acerca del reemplazo de la iluminación pública, adjudicaron contratos a través de licitaciones y cambiaron las bombitas pero en ningún caso dieron cuenta de cómo destruyeron el material antiguo o si es que lo hicieron
Fue entonces que desde la ONG comenzaron con la tarea de pedirle un informe a cada uno de los municipios (los de mayor densidad poblacional) para saber qué habían hecho con las lámparas viejas. Las respuestas hasta ahora fueron nulas y todavía no saben qué pasó, salvo en el caso de Hurlingham, cuyo gobierno se encargó de difundir que había hecho una donación de 5.000 luminarias antiguas en octubre pasado a la localidad de Moreno. Se trata de una violación -explica la ONG- "flagrante, ya que no son material reutilizables y deben ser destruidas por empresas y profesionales capacitados".
Pero no es el único caso. Hurlingham también le regaló 500 lámparas a la localidad de Paso de los Libres, acuerdo anunciado tanto por Juan Zabaleta como por Martín Ascúa, intendentes de ambos municipios, quienes usaron sus perfiles de Facebook para comunicar el nuevo "logro de la gestión".
A partir de que se tuvo conocimiento de esta infracción, la Asociación le pidió informes a estos lugares para que dieran una explicación y nuevamente la respuesta brilló por su ausencia. Sin embargo, Hurlingham sí envió en su momento una respuesta a Infobae. En ella dijo que la donación está respaldada en la ley provincial 14.321 y que según el inciso 5 del anexo I de la normativa, la gestión de esas lámparas viejas "debe ser sustentable, promoviendo su reutilización".
Señaló que "si la luminaria está en buen estado, no se le considera residuo" y que la ley nacional -que ordena suprimir toda comercialización y uso de luminarias que contengan mercurio u otro material contaminante- es "complementaria" a la ley provincial y no de cumplimiento obligatorio. Aclararon, asimismo, que la decisión no fue únicamente del intendente sino que se resolvió mediante ordenanza en el Concejo Deliberante.
Mario Caparelli, titular de la ONG, replicó esta respuesta y aseguró a este medio que la acción de las localidades involucradas "carece de asidero legal". Según dijo, la ley provincial en la que se justifican "está por debajo" de la nacional y de los convenios internacionales, que tienen carácter constitucional. Además, la explicación del municipio omitió que esa normativa también ordena la disposición final de los elementos compuestos con mercurio y sodio.
"El plexo normativo nacional es como una pirámide jurídica en cuya cúspide se encuentra la Constitución Nacional y los tratados suscriptos por el país. Después están las leyes nacionales, las constituciones provinciales, las leyes provinciales y finalmente las normas municipales y actos administrativos. Las leyes nacionales y supranacionales obligan a la destrucción de toda luminaria, en el caso, que contenga mercurio y sus compuestos. Deberán reemplazarlas por lámparas Led, que son más amigables con el medio ambiente y la salud pública", explicó.
En ese sentido, señaló que la ley provincial 14321, a la que hace referencia Hurlingham para justificarse, legisla sobre gestión sustentable de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAE) y la interpretación que hace el municipio es "sesgada y antojadiza".
"Es un dislate fáctico y jurídico que una ley nacional complemente a una norma provincial, debería darse el caso opuesto. En el anexo II sobre tratamiento selectivo de materiales componentes de esos aparatos, indica que deben extraerse los siguientes componentes sustancias y preparados de todos los RAE recogidos por medios selectivos, para posteriormente ser eliminados o valorizados de conformidad con lo previsto en la ley 11720, o componentes que contengan mercurio.", resaltó.
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