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Covid-19
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Sábado, 1 de agosto de 2020
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Libres está que arde y la gente siente miedo e impotencia  Libres está atravesando la “peor crisis de su historia” dijo el Intendente Martín Ascua en la conferencia de prensa cuando anunciaba la vuelta a fase 1 acompañado por el Gobernador Valdés y funcionarios del Ministerio de Salud. Pero esa vuelta, representó el comienzo de una catarata de denuncias, de marchas, contramarchas no solo de vecinos y comerciantes sino también de periodistas.
De cuidados propios y ajenos:
Ya es harto conocido que la enfermedad requiere de sencillos cuidados, pero parece que esa simplicidad la hace compleja. Se habla mucho de la “conciencia social”, pero muchas personas (incluye personal municipal) siguen compartiendo el mate y usando el barbijo de “tapapapada” sentados al sol en pleno barrio 508 viviendas.
Las personas que se encuentran aisladas preventivamente deben esperar que alguien se acuerde de ellos y les envíe comestibles, no hablemos de otro tipo de contención. Los más, los carenciados, son fotografiados y grabados con drones para mostrar que el municipio hace algo. Una parturienta en la calle. Un cadáver por 24 horas en su casa sin que nadie le firme un certificado de defunción a su familia. La lista puede seguir con la innumerable cantidad de denuncias en redes sociales.
Por otra parte está el comité de crisis. Párrafo especial merecen los que vinieron a libres a “poner las cosas en orden”, pero lo cierto es que todavía no pueden saber (o no quieren decir) de quien fue la responsabilidad de que la enfermedad se desparramara por toda la ciudad. Es cierto que esto no es una cacería de brujas ni que hay que buscar en este momento a culpables, estamos todos en este mismo barco, o si quieren hoy por hoy Paso de los Libres es una misma comparsa, pero también es cierto que hubo negligencia.
De manejo de crisis es evidente que saben muy poco, el no querer responder las preguntas de los periodistas deja en evidencia dos hipótesis, o saben más de lo que dicen o no saben nada. Lo de ayer fue una vergüenza, la ciudad entera estaba esperando el mensaje del intendente quien tuvo que poner la cara ante los periodistas y decirles a los muchachos que se vuelvan a sus casas porque la conferencia se suspendía. Minutos después, aparecen solos, los representantes del comité de crisis, diciendo más de lo mismo.
El tema es este… ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿Quién está a cargo de esta comparsa? ¿la provincia con el comité de crisis? ¿el municipio esperando que Alberto mande al ejército a repartir comida? Preguntas que quedan a criterio del lector.
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