Cultura
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Lunes, 13 de septiembre de 2021
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Cuando las letras se inspiran bajo los cielos de Itatí y de Paso de los Libres Estos dos ex presidentes de la Sociedad Argentina de Escritores (Sade) Corrientes, que nuclea a los escritores correntinos, mucho han hecho en el aporte literario de la provincia, y su obras siguen creciendo y su pregonar no pierde vigencia. Myrna Neumann de Rey, la escritora nacida en Paso de los Libres, con sus muchos años de experiencias, aún sigue escribiendo y publicando joyitas literarias, y don Gaspar Bonastre, aunque ya fallecido, sigue siendo recordado con admiración y respeto, por sus obras literarias. Entre algunos ejemplos, vale decir su participación en un importante foro literario en España, sobre la figura del escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez, que tantas veces ocupara las páginas de nuestro matutino, que la Sade local levanta como una de sus banderas más preciada en cuanto al reconocimiento anual que realiza a periodistas y escritores locales, bajo la denominación «Distinción honorífica Vicente Blasco Ibáñez». Pero volvamos a las Vicencias Correntinas, de Myrna Neuman de Rey, recientemente distinguida por la entidad mencionada que nuclea a los escritores. Dice don Gaspar Bonastre en su prólogo Prelusión:
Paul Valery dejó estas frases: El escribir un prólogo puede ser la presentación que se hace a un joven desconocido o la consagración de un escritor que empieza a triunfar o que está sujeto a controversias. Pero, además y siempre, es un acto de convivencia intelectual y puesto que la vida intelectual necesita, como aire respirable, de la cordialidad, he aquí que no sólo no debe rechazarse jamás el escribir un prólogo que se nos solicite, sino que ha de estimarse el escribirlo, como un deber honroso y una eficaz obligación.
Eso explica suficientemente el motivo porqué accedí gustoso cuando Myrna Neumann de Rey me pidió que unas líneas mías precedieran a su primer libro en prosa.
En este bautismo, la autora agrupa en amable misceláneas, cuentos, leyendas y episodios de la vida real, bajo el común denominador de su probado cariño a la tierra correntina, a lo cual ha añadido un moderado empleo de la fantasía.
El nombre de ‘Vivencias’ con que Myrna, al titularlo, califica de paso a su libro, cae bien a su índole. No hay duda -se transparenta en la lectura- que, por lo menos, el contenido de apreciable porción del libro, encaja correctamente en lo de ‘vivencias’, ya que, como lo expresó un distinguido filósofo: ‘La vivencia no es pues, algo dado; somos nosotros quienes penetramos en el interior de ella, quienes la poseemos de una manera inmediata que hasta podemos decir que ella y nosotros somos la misma cosa’.
En este libro, cordial y simpático, la autora ha derramado mucho de su femenina emoción, ha volcado invisibles pedazos de su alma, se ha confundido muchas veces con él.
Saludemos pues, optimistas, este libro, augurémosle lectores llenos de simpatía y a su autora, que este trabajo constituya un jalón, como anticipo de obras de más vuelo, en el noble camino de las letras, que con tanta devoción ha emprendido.
Fuente: Gustavo Adolfo Ojeda - EL LIBERTADOR
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