Una silla básica quiere el Papa
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Martes, 25 de agosto de 2015
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Los carpinteros del papa: 3 inmigrantes construyen una silla para Francisco en Nueva York “Sencillo, sencillo, sencillo” fueron las instrucciones que dio el Vaticano a la arquidiócesis de Nueva York, donde hacen preparativos para la visita de Francisco en septiembre. En otras palabras: Las ceremonias que organicen, sin importar cuán masivas e históricas sean, no deben opacar el mensaje de humildad y modestia del papa, y su preocupación por los débiles y los pobres.
Esto hace a Fausto Hernández, Héctor Rojas y Francisco Santa María los trabajadores inmigrantes más famosos del país actualmente, a juzgar por la atención que han recibido de los periódicos y medios televisivos, en especial de la prensa de habla hispana.
“Silla Sagrada” fue el encabezado de un periódico semanal del condado de Westchester. Los tres hombres, todos carpinteros experimentados, se han dedicado a construir la silla que usará el papa durante una misa que celebrará en Madison Square Garden el 25 de septiembre.
Hernández, de República Dominicana, es miembro de Don Bosco Workers, un centro de empleo para trabajadores que opera en Port Chester, N.Y. Rojas, de origen mexicano, y Santa María, de Nicaragua, pertenecen a Obreros Unidos, un centro para trabajadores del área cercana de Yonkers. Todos han pasado las últimas semanas trabajando con el Hermano Sal Sammarco, de la orden de los salesianos y quien enseñó carpintería en una preparatoria durante muchos años, para construir la silla papal.
Les dieron este trabajo cuando el Cardenal Timothy Dolan decidió honrar a los trabajadores inmigrantes. Es una decisión importante pues los jornaleros, que con frecuencia son inmigrantes sin documentos, muchas veces también son víctimas de explotación y les roban sus salarios, por lo que necesitan la ayuda de centros de trabajo como Don Bosco y Obreros Unidos.
El proyecto le ha traído mucha atención a Don Bosco Workers, cuyo director ejecutivo, Gonzalo Cruz, trabaja desde una oficina tan pequeña como un clóset. Don Bosco tiene una campaña llamada “No Pay, No Way” que busca que los negocios locales dejen de robar a sus miembros. (La arquidiócesis les está pagando $20 dólares por hora y cubre sus gastos, incluido desayuno y almuerzo. Entre tanto, varias mujeres de las parroquias locales cosen y bordan los manteles que se usarán en el altar para la misa, y ofrecen su trabajo como donación).
La misa del papa, sin duda, será un gran acontecimiento. El encargado de la producción es el diseñador de iluminación de Billy Joel, Steve Cohen, quien encargó a una compañía de diseño de producción de California que crea escenarios para clientes como Lollapalooza y Tom Petty algunos diseños para la silla, el altar y el ambón.
Aún así, la silla en realidad es muy básica, hecha de madera contrachapada de roble con orilla de madera sólida y cojines blancos delgados. Hace unos días los carpinteros tenían la silla, que está casi terminada, desarmada y lista para unas cuantas capas de laca y, más tarde, tapizado. Instalaron el respaldo y la parte superior, hecha de tablas de madera sólida pegadas en curva para formar un arco.
Ocultos en la parte interior del elegante arco, detrás de donde estará la cabeza del papa, están escritos los nombres de Fausto, Héctor y Francisco.
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