AFA
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Martes, 1 de septiembre de 2015
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La AFA y las mentiras de dos mundos incompatibles Renovación o continuidad: la diferencia entre los modelos que encarnan Tinelli y Segura expone que los consensos son ficticios y una AFA puertas para adentro y otra, muy distinta, la que se vende hacia afuera. En la primera se multiplican las voces en alto, los reproches, las antinomias, las visiones diferentes, la transacción política. La segunda, en cambio, es pródiga en abrazos de ocasión y consensos ficticios. Tiene el marketing de la unidad, una cáscara para ocultar lo que pasa en las entrañas. Una ilusión óptica para engañar a millones de hinchas que quieren que, de una vez y para siempre, los dirigentes dirijan y los jugadores, jueguen. Tan simple como difícil.
"La convivencia es insostenible", dicen de un lado. "Los acuerdos están para cumplirse", dicen del otro. La frontera entre ambos tiene nombre y apellido: Marcelo Tinelli. Desde que el conductor televisivo se postuló para dirigir el fútbol argentino nada fue igual. El animador encarna la suma de los poderes: es una de las personas más populares del país, llega a las principales empresas y tiene el apoyo de los tres candiadatos presidenciales. Tiene enfrente una herencia con apellido pesado: lo que queda de Julio Humberto Grondona y quienes aprendieron de él. Poder propio vs. herencia. Renovación vs. continuidad.
Hace dos semanas, Tinelli y los suyos lograron que el comité ejecutivo les permitiera ser candidato. Fue un triunfo contra la historia. Una máxima no escrita para todos los que pisan la AFA por primera vez era que para ser presidente había que tener cuatro años como directivo. Así como Diego Maradona consiguió una habilitación especial para ser DT, Tinelli lo logró para candidatearse al sillón principal. Son privilegios que sólo unos pocos pueden darse.
La victoria fue costosa, porque hubo que negociar hasta el último segundo una unidad mentirosa. El modelo de Tinelli no tiene nada en común con el que encarna Luis Segura. La recíproca también es válida: por más que el presidente de la AFA y los suyos digan que quieren a Tinelli candidato, lo cierto es que preferirían verlo sólo por televisión.
"Hace 15 días, Tinelli no sabía dónde quedaba el consejo federal", chicanean cerca de Luis Segura. "Esta gente es difícil de domesticar", responden del otro lado. En el medio, el fútbol argentino se mantiene en stand-by. El reglamento de la AFA reemplazó a la gestión. Los abogados, a los expertos en marketing, en seguridad o en contabilidad.
La diferencia entre los dos modelos es dialéctica, política y hasta geográfica. Mientras Segura se rodea de sus allegados en el edificio de la calle Viamonte, Tinelli arma rees semanales en el hotel Panamericano, a metros del Obelisco. En esos cónclaves, de un lado y del otro, la estrategia vence por goleada. "Ganarle a Tinelli con los votos es como jugar al tenis con Djokovic. Si querés tener alguna chance, hacelo jugar al ajedrez", aconsejaron los asesores de Segura. Fue en Pilar, mientras el presidente se recuperaba de una intervención quirúrgica.
Tinelli también escucha. Entre los suyos hay moderados, que no quieren tomar la AFA por asalto. Piensan que en marzo los votos le alcanzarán para nombrarlo presidente. Creen que el fútbol argentino deberá adaptarse a los cambios que se irradian desde Suiza, o desde Nueva York. O incluso desde Asunción, de Paraguay, donde está la sede de la Conmebol.
Hoy se sucederán las rees. Primero, la mesa de trabajo. Después, otra vez al hotel de la tropa tinellista. De allí, la habitual reunión de comité ejecutivo. Pueden inventar un consenso recargado. Otra foto. Más abrazos y sonrisas de ocasión. Será como extender la agonía: si de verdad les importara el fútbol argentino tomarían decisiones. Se mirarían unos a otros y entenderían que los problemas más urgentes de la pelota carecen de apellido. Votarían cuanto antes. Miguel Silva, el secretario general, opta por otro camino: "No queremos elecciones", dijo en ESPN. "La votación deja heridos", agregó. Es paradójico: en este consenso simulado el único herido es el fútbol argentino, que vive en un mar de mentiras.
El 1 de marzo de 2016 es la fecha en la que se deben realizar las elecciones en la AFA; para modificarla se necesita el voto de las 4/5 partes de los 42 miembros del comité ejecutivo.
La agenda del comité ejecutivo En la reunión de hoy del comité ejecutivo, los dirigentes refrendarán la programación de la polémica fecha 23, que se jugará entre el viernes y el lunes, sin los jugadores que fueron citados por sus selecciones para la fecha FIFA. Además, se trataría el regreso del público visitante, un tema que generó controversia política
"Es mentira que la selección es más importante que los clubes. Los clubes son los que invierten desde las inferiores en los jugadores y los que hacen el esfuerzo para traerlos" (Daniel Angelici)
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