Fútbol Internacional
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Miércoles, 16 de septiembre de 2015
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En el partido 100 de Messi, un Barcelona sin inspiración empató 1-1 Luis Suárez y Florenzi, con un disparo desde 40 metros, fueron los goleadores de la noche en el Olímpico Barcelona inició su defensa del título de la Champions League con un empate 1-1 ante Roma, que aprovechó un gran gol del lateral Alessandro Florenzi y la poca inspiración del equipo español para celebrar el punto conseguido. Luis Suárez adelantó a Barcelona a los 20 minutos y Roma igualó diez minutos después con un espectacular disparo de Florenzi desde 40 metros. Menos vistosa fue la segunda mitad, con los locales muy cerrados y el conjunto azulgrana alejado de un plan efectivo.
Barcelona arrancó con Jeremy Mathieu en lugar de Javier Mascherano. Evidentemente, Luis Enrique temía por los contraataques de Roma, y no le faltaba razón. El conjunto italiano se replegó y buscó transiciones rápidas, preferiblemente con el egipcio Mohamed Salah como punta de lanza, aunque, por lo general, Barcelona controló bien el duelo en la primera media hora.
El primer gol llegó a los 20 minutos. Ivan Rakitic recibió la pelota y al centrar encontró en su trayectoria la cabeza de Suárez, que marcó el tanto. Los catalanes dominaban y llegaban con Lionel Messi (llegó a su partido 100 en Champions), Suárez y Jordi Alba como piezas más destacadas.
Pero de una jugada aparentemente intrascendente llegó el empate. A la media hora, el lateral Florenzi progresó por su banda, pasó la línea del medio del campo y soltó un tremendo disparo desde 40 metros que entró en el arco tras tocar en el palo. Fue un gol sensacional que se aprovechó de la posición del arquero Marc-André Ter Stegen. Una de esas acciones que darán la vuelta el mundo.
Barcelona acusó el gol y le costó recuperar el hilo del partido mientras Roma se asentaba sobre el terreno. Una obra de arte le había devuelto a la pelea y el duelo se fue al descanso eon el 1-1. Si era posible, Roma se tiró todavía más atrás y entregó la posesión a Barcelona. Sin embargo, el conjunto blaugrana actuó con demasiada lentitud y le costó encontrar fisuras en el muro rival.
En el estadio Olímpico, se dio un partido con más emoción que fútbol. Roma no quiso y Barcelona no pudo.
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