AFA
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Viernes, 2 de octubre de 2015
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Tinelli-Segura: qué proponen para seducir a quienes eligirán al próximo presidente Representan dos modelos contrapuestos; uno es el marketing, el otro, la historia y el consenso propuesta de Marcelo Tinelli se basa en la optimización de los recursos y el marketing
Marcelo Tinelli es el marketing; es levantar un teléfono y tener a una decena de empresas dispuestas a publicitar en el fútbol argentino. Su nombre es sinónimo de éxito televisivo, de popularidad. El animador de Bolívar pretende trasladar esa impronta híper profesional a una institución como la AFA, que parece vivir en sepia: una asociación que le saca lustre a un equipo subcampeón del mundo, pero que ni siquiera tiene un departamento de marketing. Hacia allí apunta el proyecto Tinelli, que pretende hacer de la selección una marca reconocida a nivel internacional. Y quiere que Lionel Messi sea, así en la cancha como en las marquesinas publicitarias, el capitán de la nave.
La profesionalización de todas las áreas -en las últimas semanas se mencionó la posibilidad de que la AFA contratara ahora mismo a un nuevo gerente general- es otra de sus promesas de campaña. "Necesitamos un presidente fuerte, innovador, creativo, con mucha vocación, con audacia para realizar los cambios necesarios y que sepa trabajar en equipo, como lo ha demostrado Marcelo", alaba Eduardo Spinosa, presidente de Banfield, tesorero de la AFA y uno de los principales bastiones de la candidatura tinellista en el edificio de la calle Viamonte. "Marcelo nos va a dar una fuerte reinserción a nivel internacional, tanto en la Conmebol como en la FIFA. Su trayectoria laboral lo catapulta a ser el mejor de los dirigentes actuales en condiciones de ser el nuevo presidente".
A la hora de negociar voto a voto, Tinelli cuenta con un aliado de peso: la política. Bastó una foto en Twitter para que dos asambleístas que parecían evangelizados por la candidatura de Segura se dieron vuelta. En la instantánea, publicada el martes, Tinelli charlaba con Gabriel Mariotto (vicegobernador bonaerense) y con Sergio Urribarri (gobernador de Entre Ríos). Urribarri, en realidad, es el jefe político de José Gómez, presidente de Patronato de Paraná y asambleísta por la B Nacional. Y también tiene influencia sobre Julio Goyeneche, presidente de la Liga Paranaense de Fútbol y asambleísta por la región mesopotámica. Es que Tinelli mostró las cartas con las que contaba desde un principio: abrió la temporada de su programa televisivo con el apoyo de los tres candidatos presidenciales: Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa. Y para sortear la valla legal que implicaba el artículo 50 del reglamento general (que pedía cuatro años de antigüedad como dirigente para postularse al cargo máximo), recurrió a los máximos juristas del país y presentó sus dictámenes. Todos positivos. Una pizca de ese poder es el que usa para seducir a los que, todavía, no se definieron. Necesita a todos para concretar su sueño.
El proyecto de Luis Segura pivotea en su experiencia y el conocimiento de los clubes
Luis Segura sabe que no es lo mismo ser presidente interino de la AFA que llegar al cargo máximo por mandato de sus pares. Encaró la transición tras la muerte de Julio Grondona en 2014 y este tiempo le ha servido para hacer su propio diagnóstico del fútbol argentino. Su plataforma, disponible en Internet en www.afasegura.com, se basa en tres pilares: "Democracia, apertura y consenso". A ese trípode, el histórico dirigente de Argentinos Juniors le agrega toda su experiencia en los pasillos del edificio de la calle Viamonte, donde acompañó a Grondona.
"Es un presidente que está muy cerca de los otros dirigentes. Conoce como nadie las problemáticas de los clubes medianos y chicos", lo elogia su hijo, Luis Fernando, vicepresidente del club de la Paternal y uno de sus principales delegados en la AFA. Segura hijo agrega: "Es el indicado para reordenar el fútbol argentino en este proceso de transición". Suena como un tiro por elevación para Tinelli, un hombre al que pocos dirigentes le han visto la cara en las reuniones del comité ejecutivo. Si el conductor televisivo luce lejano, Segura se ufana de todo lo contrario: siempre está disponible para escuchar a sus pares.
Así como Tinelli tiene a la política nacional como su aliada, Segura se ampara en la política de la AFA para hacer subir sus acciones. Su canciller es Claudio Tapia, presidente de Barracas Central y referente máximo del llamado "Ascenso Unido", un movimiento nacido en las entrañas de la B Metropolitana. Tapia, que estuvo cerca de ser presidenciable, articula votos para Segura en las categorías del ascenso. Y, desde el martes pasado se convirtió en el responsable de que todas las problemáticas de los clubes chicos sean escuchadas.
"Los clubes del interior y del ascenso cada vez tienen más lugar, porque creemos que son la piedra fundacional de lo que es el fútbol argentino: son muchas veces los formadores de los jugadores que triunfan en primera y luego en el exterior", dice en su plataforma virtual el hombre que quiere renovar su mandato por cuatro años. Es un guiño para esa montaña de equipos que no facturan millones y que apenas llegan a fin de mes. Es, también, una manera de decir que su AFA es "para todos". Y no para unos pocos equipos: otra de las críticas que le hacen a Tinelli es que se dedicará a gobernar para los grandes y los equipos de más convocatoria. "Se guiará por el negocio. Nosotros hablamos de otra cosa: los clubes no son multinacionales", afirman cerca del sillón presidencial. "Algunos creen que el fútbol primero es un negocio y luego un deporte. Para nosotros, primero es una herramienta de inclusión", postula Segura, el hombre que quiere quedarse.
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