Los DTs jóvenes que se marchan, sin ser hechados
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Martes, 8 de diciembre de 2015
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Se termina la continuidad en el fútbol Lo de Cocca y Milito, entre quienes se van sin ser echados, dispara temas sobre DT jóvenes, la otra cara de los ciclos fugaces, razones ocultas o de intereses y el aprendizaje. La salida sorpresiva de Milito de la dirección técnica de Estudiantes nos trae otra vez a la historia verdadera o falsa del valor del técnico. De la permanencia en el cargo, ni hablar. Se han ido (no echados) casi 20, entre ellos, casos especiales como los de Gaby, en el Pincha y el de Cocca, en Racing por sus contextos futbolísticos favorables (eficacia de 62% uno y 65% el otro) y sus reales razones. La continuidad se fue al carajo pero también el valor de la docencia.
Seguramente el torneo corto que se viene será clave para pagar poco. Una versión en Sarandí, indica que Caruso Lombardi ganaba $500.000 por mes (cuerpo técnico incluido) en Arsenal: el reemplazante, Rondina, 200.000 (el CT) Cito este ejemplo porque pasó en la mayoría de los clubes que cambiaron técnico. La excusa funciona porque la idea es además imponer a un DT joven, que se lleve bien con los pibes que quedan, después que se vendan a quienes más o menos juegan a algo. Sigue sin piedad lo de vender para sanear clubes; en realidad es para cualquier gasto, menos para eso.
El fútbol, sabemos, es el alcahuete de la aldea. Todo lo deschava, como los manotazos de ahogados de los clubes. Venden todo lo que pueden para sobrevivir, sin mirar al futuro. No lo digo sólo por clubes chicos y pobres porque pasa también en los grandes: Boca, negociando a Calleri; River, a Sánchez y al que pueda dejar algo. En este loquero, ¿qué piensa el jugador cuando suena como posible transferencia? En rajar y no complicarse con algo grave (lesión que derive en operación) y complique el pase por el cual, los dirigentes estaban desesperados en concretarlo y el futbolista, de cerrarlo para salvar a toda la familia. En todo este espantoso frenesí de pensar en la guita, el jugador es quien la paga más cara porque se para su aprendizaje más importante en su camino a Primera. En su carrera. hay etapas por salvar. Se capacita para Inferiores, luego en la Selección Juvenil o integrante del plantel de Primera; podés llegar a crack de tu club y a jugador de Selección. Cuando te venden a Europa hay que aprender a ser profesional. Muchos no pasan esa vara.
Cuando me vendieron al Cruzeiro, yo estaba repreparado. Cuando iba en el avión me dijeron que podía ser jugador de Botafogo. “Es lo mismo”, les dije a los dirigentes. Me daba igual. Yo había tenido varios docentes que eran técnicos, enseñaban muchísimo y eran viejos.
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