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Tenis - Wimbledon
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Viernes, 10 de julio de 2015
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Roger Federer brilla ante Murray para llegar a la final perfecta con Novak Djokovic  Wimbledon está de fiesta, porque el domingo será escenario de la final perfecta con Roger Federer y Novak Djokovic. Federer brilló hoy en un nivel muy pocas veces visto para derrotar al británico Andy Murray y avanzar a una final en la que luchará por su octavo título.
El suizo ganó 7-5, 7-5 y 6-4 y se instaló por decima vez en el partido decisivo del torneo de tenis más importante del mundo. Djokovic se había impuesto horas antes al francés Richard Gasquet por 7-6 (7-2), 6-4 y 6-4.
"Majestuosa exhibición, imperial", elogió la BBC al suizo, que jugó en un notable nivel a lo largo de las dos horas y seis minutos de partido.
"Había mucha expectativa por este partido, intentas aislarte. Estoy increíblemente feliz, jugue tan bien en un momento tan grande. Mi saque funcionó muy bien, lo hizo todo el torneo, creo que no tuve ningún break point en contra en todo el partido", dijo un muy satisfecho Federer.
Instantes después, Murray coincidiría plenamente con ese análisis: "Si saca así es poco lo que se puede hacer".
Djokovic también se rindió al suizo: "Es tan bueno y tan consistente que no deberíamos dedicarle muchas palabras al tema. Todos sabemos cuán bueno es, es el mejor de todos los tiempos No hay suficientes elogios para lo que hace".
El partido estaba precedido de una gran expectativa por parte de los británicos, pero también de un gran respeto hacia el suizo, que ya desde el primer punto hizo sentir su jerarquía.
Federer comenzó a los Federer, con un saque y red y una volea acrobática de revés, pero cerró el parcial por 7-5 con un golpe inusual en él, un potente y pesado revés con top que fue directo a las zapatillas de Murray.
El suizo se llevaba así el set inicial en 78 minutos. La jornada era soleada pero ventosa, un tanto fresca. Los espectadores en el All England esperaban la reacción de Murray, pero lo que siguió fue más y más Federer.
Ese segundo parcial ofreció un décimo juego de 15 minutos, con Murray sacando 4-5, que vale la pena guardar para ver una y otra vez.
"Fue un momento clave del partido", admitió el suizo, que tuvo cinco set points y atravesó siete deuces.
La tensión por el desenlace del parcial y una calidad de juego que no dabe tregua llevaron al paroxismo al court central del All England. El público gritaba, Murray gritaba y Federer, aunque no pareciera, también.
"Yo también estaba gritando en mi interior, porque tuve tres set points con 0-40", diría el suizo con una sonrisa.
"¡¡¡Vamos!!!", gritó el escocés, mayoritariamente apoyado por el público, aunque un importante sector estuvo del lado del suizo, que ganó con un revés cruzado de Murray que sefue fuera de los límites.
El entusiasmo que generó el duelo se mantuvo a lo largo de las dos horas de partido. No fue el caso en el anterior, que le sirvió a Djokovic para llegar por cuarta vez en su carrera a la final en el All England, donde fue campeon en 2011 y 2014, pero no para brillar.
"Estoy sin dudas viviendo un sueño, voy a jugar la final en el estadio más importante del mundo", dijo Djokovic, que fue atendido del hombro durante el partido pero aseguró estar en perfectas condiciones para el domingo.
El duodécimo triunfo del serbio en 13 partidos con el francés no tuvo secretos, se vio bien claro por qué: Gasquet podrá ganar sobradamente una competencia de "belleza" en el tenis, pero Djokovic es insuperable en cuanto a efectividad.
El serbio mostró todo su arsenal de golpes y despliegue físico, estirándose para ganar puntos inverosímiles y resbalando sobre el desgastado césped como si estuviera jugando en polvo de ladrillo. El francés exhibió su gran revés a una mano hasta llegar al tie break del primer parcial, en el que cometió una serie de errores que le costaron el set.
Como si se hubiera cansado de perder el tiempo, Djokovic pisó el acelerador y, apoyado en un gran servicio, se hizo dueño claro del partido para pasar a ganar los puntos más espectaculares, pero también los menos lucidos, que valen exactamente lo mismo. Gasquet sólo ofrecía chispazos.
"Es un gran honor", insistió Djokovic de cara a la final: "Es el partido de tenis con mayor audiencia del mundo". Y con Federer del otro lado de la red, más aún.
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