Brasil
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Miércoles, 11 de mayo de 2016
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El Senado de Brasil se encamina a votar la suspensión de Dilma Rousseff y Temer se prepara para asumir El Senado de Brasil se encaminaba en una sesión tensa y maratónica que puede terminar en la madrugada venidera, a votar la suspensión por seis meses de la presidenta Dilma Rousseff, en el penúltimo capitulo del juicio político que hará que este jueves pueda haber nuevo mandatario, el vicepresidente opositor Michel Temer, y en medio de una incertidumbre política con pocos precedentes. Por mayoría simple de los 81 senadores, la cámara alta debe decidir la suerte del gobierno de Rousseff al cabo de una sesión iniciada a las 9 de la mañana de hoy. El oficialismo admitía esta tarde la derrota en este proceso, al que califica de "golpe de Estado".
"Vamos a anunciar el nuevo gabinete este jueves por la tarde, no hay tiempo que perder", avisó el senador Romero Jucá, posible ministro de Planificación y Presupuesto de un gobierno de Temer, ambos del Partido del Movimiento de la Democracia Brasileña (PMDB), que se pasó a la oposición hace un mes.
El golpe de gracia para la defensa de Rousseff, acusada de haber practicado delitos administrativos dentro del presupuesto 2015, fue dado por el juez Teori Zavascki, del Supremo Tribunal Federal (STF), quien rechazó una medida cautelar del gobierno para anular el proceso de juicio político por haber sido abierto en forma irregular y como 'venganza' del presidente suspendido de Diputados, Eduardo Cunha, del PMDB.
Una vez terminados los discursos de los 78 senadores inscriptos en la mesa del presidente del Senado, Renán Calheiros, los legisladores se dispondrán a votar.
"Es un juego de cartas marcadas. No estarán sacando a DIlma, estarán sacando la soberanía del voto popular en Brasil. Eramos la segunda mayor democracia del hemisferio, fuimos admirados por haber superado el mapa del hambre de la FAO. Mañana acompañaré a Dilma", dijo en su discurso el vicepresidente del Senado, Jorge Viana, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT).
En las calles de Brasilia no se presentó la cantidad de manifestantes esperados, por lo menos hasta el inicio de la noche, para lo cual se montó un Muro en el Eje Monumental que divide en dos a los manifestantes a favor y en contra del impeachment.
La presidenta Rousseff, en caso de ser suspendida seis meses del cargo, pasará a cobrar la mitad de su salario, vivirá en el Palacio de la Alvorada y en una residencia que ella elija y todos sus ministros deberán renunciar a sus cargos.
El Senado debe, en ese lapso, convertirse en un tribunal presidido por el titular de la corte, Ricardo Lewandowski, y votar con dos tercios (54 votos de los 81 presentes) por la absolución o la condena y expulsión de Rousseff del cargo. Temer estuvo reunido hoy en el Palacio de Jaburú con el presidente del Senado, Renán Calheiros, quien puede convertirse en el número dos del país a partir de mañana, debido a que el jefe de Diputados está procesado y fue suspendido por corrupción de su cargo.
Calheiros se encuentra investigado por supuesta corrupción por el Supremo Tribunal Federal.
El clima entre el oficialismo era de tristeza frente a la mayor ruptura institucional desde que en 1992 renunció por corrupción, antes de ser juzgado por el Senado, Fernando Collor de Mello, actualmente senador y quien debe emitir voto en la madrugada.
La oposición mostró como una "señal de esperanza para los brasileños frente a un gobierno que no tiene más condiciones" el juicio político, en palabras del senador Aecio Neves, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) derrotado por Rousseff en las elecciones de 2015.
"Por razones de orden legal y del fraude cometido con las cuentas públicas, voy a votar por el impeachment porque es la única chance de reponer el poder del gobierno. No sé si será de salvación nacional, pero sí un gobierno de emergencia con mejores condiciones que el actual", dijo el senador Agripino Maia, del conservador Demócratas y ex jefe de campaña de Neves.
La presidenta, quien en su último acto en Brasilia, ayer, al inaugurar la Cuarta Conferencia de Mujeres, afirmó que no renunciará y que emprenderá la defensa de su mandato, estuvo reunida con sus principales asesores, centrada en la estrategia de retirada.
Lo mismo Temer, con su equipo, que prepara una señal al mercado con la formación del equipo económico con Henrique Meirelles, ex presidente del Banco Central en los años de Luiz Inácio Lula da Silva, que reemplazaría en Economía al desarrollista Nelson Barbosa.
En el gabinete deben quedarse la estructura del Ministerio de Deportes a raíz de los Juegos Olímpicos Río 2016. El PT anunció, ya previendo el final, el inicio de una oposición "sin tregua" al gobierno interino del vicepresidente.
"Vamos a prepararnos para hacer una oposición dura porque no lo reconocemos a Temer como presidente, porque será fruto de un golpe y no vamos a aceptar el paquete de medidas que prepara para destruir los derechos laborales conseguidos a lo largo de la historia", dijo el senador Lindbergh Farias.
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