Cultura
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Lunes, 13 de julio de 2015
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Emocionante cierre de la Fiesta del Chamamé en la Usina del Arte Con un lleno total, concluyó ayer domingo la segunda edición de la Fiesta del Chamamé en la porteña Usina del Arte. Este centro cultural albergó durante tres jornadas a grandes figuras del género y en la velada del cierre contó con la actuación de artistas de la talla de Nini Flores y Coqui Ortiz, las jóvenes Milagros Caliva y Florencia de Pompert -con la participación especial de Antonio Tarrago Ros-, el paí Julián Zini y Neike Chamigo y un final a puros clásicos de la mano de Los de Imaguaré. “Empieza a visualizarse que el chamamé vino para quedarse en la Usina”, aseguró el director de la Fiesta Nacional del Chamamé, Eduardo Sivori, en el marco del acto de cierre que se realizó en el auditorio, acompañado por el director de la Usina, Gustavo Mozzi, quien por su parte destacó éxito de este segundo encuentro en las instalaciones a su cargo y reflejó que “esta Fiesta ya está instalada en el calendario de la Usina”, confirmando que la próxima edición será en septiembre del año que viene. Mozzi remarcó la posibilidad de mantener un intercambio permanente entre estas dos culturas tan ricas, y afirmó que esto es posible porque “uno se encuentra con grandes gestores” que están detrás del pensamiento estratégico y hay una dedicación cotidiana para que todo funcione como corresponde. Anticipó por último que proyectan instrumentar nuevos ciclos de chamamé en este espacio. El director de la Fiesta Nacional del Chamamé agradeció el acompañamiento del público y de los artistas durante los tres días de fiesta y señaló lo emotivo que fue encontrarse con “tantos correntinos y litoraleños que pueblan la geografía bonaerense y vinieron de lugares tan lejanos para compartir este momento. Lo sentimos fuertemente en el corazón”, expresó. “Queremos agradecer de parte del Gobierno de la Provincia, particularmente del Instituto de Cultura y nuestro presidente Gabriel Romero por este engarce, este trabajo articulado, que permite que el chamamé tenga un espacio en un centro cultural tan emblemático para la provincia de Buenos Aires y para nuestro país. A partir de este ciclo que se inició el año pasado, empieza a visualizarse que el chamamé vino para quedarse en la Usina”, finalizó. Ensamble y sorpresa El espectáculo comenzó puntualmente a las 16, en la sala de cámara de la Usina con la presentación de la joven bandoneonista Milagros Caliva, junto al guitarrista Emmanuel López. Con apenas 19 años, demostró una vez más su habilidad para tocar el bandoneón, y de la misma manera su destreza para realizar un ensamble con Martha Humbert en la flauta traversa, Nayla Beltrán en violín y Edwin Gamarra en la segunda guitarra. En un segundo término, se sumó la cantante y Reina Nacional del Chamamé, Florencia de Pompert que con su dulce voz interpretó grandes clásicos como “Lunita de Taraguí”, “Boquita de Miel” y “Alma Guaraní” con los que conquistó al público que alcanzó a colmar la sala. En el último tramo de la actuación subió al escenario, para sorpresa de todos, uno de los referentes indiscutidos del chamamé: Antonio Tarrago Ros, quien se dirigió al público con algunas palabras e improvisó luego varios temas con Milagros Caliva. Dúo de lujo En segundo término, alrededor de las 18, la música se trasladó al auditorio. El trovador chaqueño Coqui Ortiz volvió a la escena –actuó también el sábado junto a Mauro Bonamino- acompañado por el eximio acordeonista y bandoneonista Nini Flores. En esta ocasión, los artistas lograron una simbiosis perfecta y juntos invitaron a los presentes a recorrer con historias el litoral argentino, donde apareció el río, el trabajo campo y la familia. Sonaron temas como “Cuenco de barro”, “Chamamé sentido, “El sauce y el río”, “Sencillito y de alpargatas”, “A Villa Ocampo” y “Para Chaco y Corrientes”. Una actuación que se enriqueció con la habilidad de Coqui Ortiz para acerarse al público haciéndolo partícipe de su relato. Pura emoción y gran cierre Uno de los momentos más emotivos y fuertes de la noche fue, sin duda, la actuación del paí Julián Zini y su grupo Neike Chamigo. Con muchos de sus clásicos y la fuerza que lo caracteriza al momento de recitar generó un clima especial en este espacio intimista y provocó inclusive que muchos de los presentes no puedan contener las lágrimas. El chamamecero apeló a las raíces de la correntinidad y a la defensa de sus costumbres y maneras de ser y estar. Así, junto a Rosita Leiva en la voz y los músicos de Neike Chamigo, consiguió aplausos de pie del público porteño. Cerca de las 20,30, llegó el turno del esperado cierre de Los de Imaguaré. Julio Cáceres junto a sus hijos Nicólas (segunda voz) y Federico (prosa), y los excelentes músicos que integran este grupo que cumplió en julio 38 años de éxitos apeló a un repertorio de sus temas más conocidos y demostró una vez más porque son uno de los conjuntos más tradicionales del género. Una poesía que enamoró y constituyó el cierre ideal para esta segunda edición de la Fiesta del Chamamé en la Usina del Arte.
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