Reconocido periodista
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Lunes, 11 de septiembre de 2017
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Gustavo Grabia disertó en Libres: “Hay una violencia social que se ha instalado” El pasado viernes, el periodista especializado en temas de violencia de fútbol disertó en el Centro Cultural Cine Teatro Ópera con el título “Barrabravas y actualidad política”.
El intendente municipal, Raúl Tarabini, dio la bienvenida al reconocido periodista, mayor estudioso del fenómeno de las barras bravas y la violencia en el fútbol que existe en nuestro país, con amplia trayectoria en distintos medios nacionales, en especial el diario deportivo Olé y el grupo Clarín. Destacó su osadía y responsabilidad al expresar públicamente el flagelo que afecta en gran medida al mundo deportivo y que día a día crece de manera desmedida. Felicitó a los organizadores por traer a una eminencia que seguramente guiará a quienes están vinculados directamente con el fútbol (directores técnicos, jugadores, presidentes de clubes) como así también a los seguidores (fans, hinchadas, simpatizantes) a detener esta problemática que se vive a nivel mundial.
Antes de iniciar la disertación, la Presidente del Concejo Deliberante, Mónica De Gaetano; el Jefe Comunal y el secretario de Gobierno, Lic. José Sincóvez, entregaron una placa recordatoria de su paso por nuestra ciudad, una muestra de agradecimiento y reconocimiento a su profesión.
Durante su alocución, Grabia resaltó: "Básicamente hay que darle una pelea muy importante en el mundo del fútbol a todo el sistema de violencia que hay, no sólo en el mundo de los barras”. Y agregó: "Hay que parar la locura que se está viviendo. Hay una violencia organizada que son los barras y después hay una violencia social que se ha instalado en el fútbol. Que nadie se meta a defender a la persona cuando le están pegando”, enfatizó. Para Grabia, la historia de la violencia organizada en el fútbol registra un hecho fundacional en la llegada de Alberto J. Armando a la presidencia de Boca. Él reprodujo el modelo de las unidades básicas donde tenía estructuras que pudieran responderle a él. Encontró en Enrique Ocampo, conocido como Quique el Carnicero, y su grupo, a un apoyo que le fue dando beneficios, para condicionar a la oposición política que tenía en Boca. Eso se produjo a fines de los '60 y es el germen de lo que hoy vemos en otra escala y dimensión.
Para Grabia, la "evolución" de la violencia tuvo otro paso clave a mediados de los '90. "Hasta ese momento había un negocio a medias. Se mantenía el tipo de violencia establecida para definir quién era el capo de la zona. Se enfrentaban barras de distintos clubes, por la supremacía. Había violencia, había muertos, pero el hincha común sabía por donde escaparse. La gran mayoría de las víctimas eran integrantes de las mismas barras. Ya había vasos comunicante con los partidos, los sindicatos, pero lo que ocurrió después fue otra cosa y nació la violencia intra-barra. En los últimos quince años, la gran mayoría de las víctimas son barras asesinados por otros barras de su mismo equipo”. "Hoy en día los jefes de las barras son empresarios de la violencia en el fútbol, manejan mucho dinero y con ese dinero compran voluntades no en las canchas, sino en los barrios, en las villas, y usan a sus soldaditos: los últimos hechos más resonantes de violencia política o sindical tienen como mano de obra a los soldaditos de las barras", remarcó.
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